Si hay algo a lo que Cambiemos es adicto y sabe leer, son los resultados de encuestas, sondeos de opinión y Focus Group. El manejo de la comunicación había sido, hasta ahora, la clave del gobierno de Mauricio Macri, que se vio incluso reflejada en el manejo de las redes sociales a través de cuentas y perfiles falsos comúnmente llamados "trolls" que colaboraban a instalar temas de agenda y dar respuesta a cuestionamientos diarios.
A pesar de haber conseguido un resultado favorable en la elección de medio tiempo, desde que asumió la gestión, Macri ha tenido algunos cimbronazos que se reflejaron en las encuestas. En abril de 2016 sufrió una baja en su imagen, producto de lo que se consideró "Fin de la luna de miel", y los primeros aumentos de tarifas. En febrero de 2017 fue la segunda baja importante, con el escándalo del Correo Argentino y la presentación de "precios transparentes", que fue en realidad, la desaparición de las cuotas sin interés y reducir el Ahora 12 a muy pocas compras.
No obstante, en octubre de 2017 logró un resultado favorable en las urnas, que luego licuó en diciembre del mismo año con las consecuencias de la reforma previsional y la desaparición del submarino ARA San Juan. Desde entonces, y hasta los últimos sondeos de Mayo de este año, post anuncio de regreso al FMI y corrida cambiaria (con la consiguiente devaluación), la imagen de Cambiemos sigue pronunciadamente hacia abajo. Y no es sólo la de Mauricio Macri, sino también la del resto del gabinete y en especial, la que más preocupa a Cambiemos: la de María Eugenia Vidal.
Si bien hace poco intentaron "blindar" las chances de reelección asegurando que Macri, Vidal y Rodríguez Larreta buscarán repetir mandatos, lo cierto es que para el espacio oficialista siempre Vidal fue más que un plan B.
Para asegurar una reelección de Mauricio Macri, necesitan una cantidad de votos que les permita sortear una primera vuelta, porque en caso de balotaje los sondeos no les son favorables. Y las provincias que aportaron apoyo electoral no están mostrando números con tanta diferencia como les sería preciso para no depender del territorio bonaerense. En ese caso, la provincia de Buenos Aires vuelve a ser, una vez más, la madre de todas las batallas.
Ya sea para una reelección de Macri o para que la propia Vidal ocupe ese lugar en caso de que la imagen del mandatario cayera estrepitosamente, la gobernadora bonaerense debiera poder sostener un apoyo que le permita pelear esa batalla. Aportando votos desde su propia reelección o subiendo un escalón a Balcarce 50.
Sin embargo, ninguna de las encuestas que circulan por los diferentes despachos en las últimas semanas son alentadoras en ese sentido. Macri cae, y arrastra a Vidal que está metida en un círculo vicioso: si muestra signos de independencia para despegar de las consecuencias, no logra el apoyo del macrismo y si apoya a Macri (como lo hizo públicamente con el tema tarifas) cae en su propia red.
Como ejemplo, una encuesta de la consultora Gustavo Córdoba & Asociados reveló que tanto la imagen positiva como la negativa de María Eugenia Vidal repitieron el mismo camino descendente que la de Mauricio Macri. La imagen negativa de Vidal creció 15 puntos en sólo un mes. En abril había llegado hasta los a 35,2% y ahora escaló hasta un 49,8%.
Además, si se toma una comparación interanual con respecto a abril del año pasado, la imagen negativa de la gobernadora pegó un salto de 10 puntos. Por otra parte la imagen positiva de Vidal en abril alcanzaba un 57,7% de imagen positiva, mientras que en mayo la consultora reveló un 45,3%, mostrando una brusca caída de 12 puntos.
En declaraciones a varios medios, Gustavo Córdoba aseguró que es la primera vez que Vidal tiene una imagen negativa a nivel nacional y que en "en la provincia de Buenos Aires tiene un 56% de imagen negativa y un 42% de positiva".
Por otra parte, la consultora Analogías publicó una consulta similar en el marco de la crisis por la corrida cambiaria con resultado es similar: la imagen positiva de Vidal sufrió también un marcado declive.
Para la consultora "la caída respecto a la medición del mes pasado denota una pérdida de más de 10 puntos de imagen positiva. Desde el pico de octubre pasado, la pérdida acumula 18,6 puntos". Sebastián Senlle, vocero de Analogías, afirmó que "se nota la fuerte caída de la imagen de María Eugenia Vidal que venía bastante inmune a las variaciones que en los últimos meses registraba Mauricio Macri".
Lo curioso es que incluso Poliarquía, una consultora estrechamente vinculada a Cambiemos muestra estos números.
Evitando dar cifras porcentuales de imagen positiva y negativa, Poliarquía plantea que Vidal continúa siendo la figura de Cambiemos mejor calificada a nivel nacional, pero mencionan una caída de 6 puntos.
Sostiene que la medición de mayo registró descensos en todos los indicadores de gobierno, alcanzando valores mínimos desde la asunción de Macri, que llevan al gobierno nacional a una imagen negativa del 49%. Remarcan además, que el sondeo registra que "se fortaleció la opinión de que este gobierno no sabe cómo resolver los problemas del país".
La imagen positiva es sólo del 11%, y menciona Poliarquía que eso es 1 punto por debajo de la imagen positiva del gobierno nacional en 2009, en plena crisis económica tras la pelea con el campo.
Las expectativas también muestran tendencia negativa, con un escenario pesimista: el 41% de la población cree que el país empeorará el próximo año.
Caen además, las percepciones sobre la situación económica nacional y la familiar, algo que empeora con el anuncio del regreso al FMI. El 63% de los encuestados calificó esa medida como perjudicial para la Argentina.
Todo esto, para Poliarquía (que cabe recordar, tiene estrecha vinculación con Cambiemos) lleva a Macri a sufrir una nueva pérdida de 9 puntos en imagen positiva, que lo deja en el nivel más bajo desde mayo de 2013 y arrastra a Vidal, Larreta y hasta a Elisa Carrió (ésta última bajó 21 puntos desde noviembre de 2017).
No obstante, Poliarquía señala como "positivo para el oficialismo" que entre los opositores, ninguno logró capitalizar el descontento.
"Cae Cambiemos, sube el descontento social, nadie lo capitaliza", asegura la consultora.
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